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lunes, 7 de enero de 2013

EL BOXEO ES CIENCIA

Muchos no comprenden el Boxeo como actividad deportiva. Menos aún sport, dilettanti o amateur. Como medio o fin de sacar renta lo justifican en cierto modo. Mas en cualquier circunstancia, consideran el pugilato como una actividad de hombres torpes y primitivos. No se lo explican.

                                              ALTIUS, FORTIUS... Y AVENTURA

Es manifiesto el error de los que así piensan. Dando de lado, prescindiendo de la finalidad crematística o del concepto amateur, el Boxeo como práctica voluntariosa y racional resulta formativo física y espiritualmente, incluso sin salir del gimnasio. Pasemos de prisa por sus fases para destacar rápidamente la consecuencia.

La gimansia sueca, las tablas adecuadas, modifican la anatomía más o menos deficiente, más o menos dispuesta. Se llega al fortalecimiento físico. La técnica del Boxeo, logra el adiestramiento en dicho arte. Muchos simultanean ambas, aun cuando lo lógico y racional es que aquella de seis meses a un año al ejercicio del Boxeo de competición.

No todos los jóvenes son valientes. Los hay tímidos y audaces. El complejo de inferioridad alcanza dosis mayores en unos que en otros o bien lo disimulan peor. Salvo excepciones, "la cantidad de timidez" corre paralela con la deficiencia física. Pues bien; todo joven aquejado de aquel complejo que, tras el periodo de educación física, afronta los primeros golpes, estira su su brazo, abate al contrario... Saldrá aquel día del ginmasio mas erguido, enhiesta la cabeza, pisando más recio, abomdado el pecho y con mas cuello. Queda clara la consecuencia. Desapereció el complejo.

Pero aparte estos valores, la aventura y el correr riesgos son condición humana, con independencia de que los juegos de fuerza y destreza entre los hombres son innumerables, variados, tan viejos como el hombre mismo. El Boxeo es uno de ellos. En la Grecia clásica, suponen su cuna y Roma ya hizo Boxeo profesional. Modernamente, aunque pueden deslindarse amateurismo y profesionalismo atrae por el peculio, la gloria y la popularidad. Estos modernos gladiadores tienen innumerables adeptos que los sustentan. Y lo mismo que el hombre se empeña en escalar una roca, una altura por su parte más inaccesible, subir más alto, descender a simas inexploradas, alcanzar grandes velocidades, y en suma, hacer lo difícil corriendo peligros de esas pruebas, el Boxeo satisface todo ese conjunto de emociones puras e impuras a un sector humano que por ellas se siente atraido.

Y tras este repaso psicofilosófico un tanto vulgar, vemos por elevación que el Boxeo escapa a las ideas brutal y torpe que de el se sustenta. Es más, aún descendiendo sin más averiguaciones al espectáculo que se tiene "delante de las narices" y quienes lo brindan, ya tendremos ocasión (también filosofando) de demostrar que el Boxeo es para pensado, se realiza pensando y que los mejores son los más inteligentes.


Artículo escrito por el señor Don Julian Risoto para la revista Boxeo en 1.959.

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