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miércoles, 26 de septiembre de 2018

EL POTRO DE VALLECAS (segunda parte)

Sin duda, Policarpo Díaz Arévalo vivía sus mejores momentos. Atrás quedaron los días donde junto a sus colegas de barrio, era otro chaval en riesgo de exclusión social. Participó en la campaña anti drogas, y de la lucha contra el fuego de ICONA, todas y todos querían estar cerca del nuevo fenómeno.

Tras su victoria ante Gert Bo Jacobsen, no tiene problemas en dar la revancha al boxeador francés Alain Simoes, al que vuelve a vencer por puntos con el Campeonato de Europa en juego, el cual se celebraría en Benidorm. Poli se sentía intocable, invencible, y a su alrededor no faltaban quienes se lo recordaban, mientras los menos le pedían que se cuidara, no solo por su carrera deportiva sino por su propio bienestar personal.

Volvió a defender su cinto de Campeón de Europa, ante el Campeón inglés Steve Boile, en Madrid. El dieciséis de noviembre de mil novecientos ochenta y nueve Madrid volvió a ser capital del Boxeo europeo gracias al Potro de Vallecas que no era ni consciente de todo lo que movía a su alrededor. Se dedicaba a disfrutar el momento, y a verse a sí mismo con el mundo a sus pies.

Retransmitido en directo por TeleMadrid y otros canales autonómicos, Poli Díaz, el que saltara como boxeador amateur al ring en el Frontón de Madrid, se veía haciendo la defensa obligatoria ante el inglés. El público como siempre, enfervorecido con "su Potro" (qué no era de ellos, ni de él mismo, pero que sí lo era de los que supieron vivir muy bien a costa de las bolsas, y de todo lo que generaba el de Vallecas, golpe a golpe sobre el ring).

Poli Díaz fiel a su estilo, realizó su combate como ya nos tenía acostumbrado, sin que le preocupara lo más mínimo la guardia zurda de su rival. Con un boxeo de contra, dominando el centro del ring cuando quería, o trotando al rededor de las cuerdas cuando le apetecía, Poli volvió a dar muestras de su resistencia, venciendo por puntos a la distancia de doce asaltos al Campeón inglés que se presentaba con veintiocho combates, veinticuatro victorias, dos derrotas y dos "match nulo". Habiendo vencido en diecisiete ocasiones por K.O.

Si todo eso pareciera para algunos poco, tras dar buena cuenta del inglés, se enfrenta en Bilbao el dieciséis de febrero de mil novecientos noventa a Lino Becchetti, boxeador italiano qué contaba por victorias sus combates excepto aquel que disputara ante el turco con residencia en Francia, Lofti Ben Sayel, al cual ya venció por K.O. el Campeón de Vallecas en mil novecientos ochenta y siete en Madrid, un año y pico antes de conquistar el cetro europeo.

En Bilbao, Policarpo Díaz mandaría a Lino a la lona en el décimo asalto, volvía a vencer de forma contundente y ya eran veintiocho victorias en otros tantos combates, en menos de casi cuatro años de trayectoria en el Boxeo de profesional.

Vuelven a designar como aspirante a la conquista del reino del Potro a otro hueso duro de roer, hablamos de Stefano Cassi.

Stefano Cassi era un prometedor boxeador de Bérgamo, que se presentaba como el Campeón Poli Díaz, imbatido. En su caso en veintitrés combates y con el cinto de Campeón de Italia en su poder. Un boxeador en el que Italia entera tenía depositada  su confianza, en que sería él quien acabaría con la "dictadura" que estaba imponiendo el monarca europeo vallecano.

Lejos de preocuparse por los cantos de sirena que le informaban del hambre de conquista del transalpino, el Potro de Vallecas estaba deseando encontrarse con él en su feudo, Madrid.

Madrid volvió a ser testigo de una noche mágica, ya que Poli Diáz, el treinta y uno de mayo de mil novecientos noventa, daba cuenta del Campeón Italiano enviándolo al dormitorio de los sueños en el tercer episodio. 

Poli Díaz defendió con éxito su Título europeo, y tras el italiano lo defendería por última vez ante el gallego Carlos Miguel Rodríguez. El púgil gallego fue Campeón de España en tres categorías: pluma, superpluma y ligero. Disputó con éxito trece combates por el Campeonato de España,  y aspiró al Campeonato de Europa ante Carlos Hernández y Roberto Castañón sin lograr la victoria en ninguno de sus envites, por lo que este era su último tren y no lo quería dejar escapar. Ya con treinta y tres años, veinticinco victorias, dieciocho derrotas y ocho combates nulo, Carlos Miguel se enfrentó a un joven de veintidós años imbatido que ansiaba con conquistar el mundo, y además tenía todo lo necesario para hacerlo. 

El combate disputado en Carballo, Galicia, se llevó a cabo por ayudar a Carlos Miguel según cuenta Poli Díaz en su biografía: A golpes con la vida (Espasa). "Llevaba mucho tiempo boxeando y se quería retirar ganando un dinerito. Por eso hacía meses que me estaba provocando, diciendo que era mejor boxeador que yo y que no quería vérmelas con él [...]. Le advertí que si quería pelear conmigo se preparara bien y saliera a darlo todo, que no mamoneara para llevarse sólo la pasta y al final el combate resultara una mierda". Ya en mil novecientos ochenta y séis, cruzaron guantes y en aquella ocasión la victoria fue para el Potro por puntos, en combate celebrado en Ordicia.

Tras acumular en su haber una nueva victoria ante Carlos Miguel, TKO en el noveno asalto, Poli se preparaba para llevar a cabo el combate que marcaría su futuro. El combate ante el Campeón Mundial y mejor libra por libra del momento junto a Julio César Chávez. Por contra, Carlos Miguel puso fin a su trayectoria pugilística y aquella noche del quince de septiembre de mil novecientos noventa, colgó sus guantes y dijo adiós de forma definitiva como boxeador. Carlos Miguel Rodríguez logró a lo largo de su carrera proclamarse Campeón de España en el peso Pluma, en el Super pluma, y en el peso Ligero. Un honesto y honrado boxeador que fue ídolo y símbolo en su tierra, y al que aún le recuerdan sus noches de gloria sus paisanos. 


En su camino hacia el Campeonato del Mundo, Poli Díaz realiza dos combates de preparación (demasiado flojos en mi opinión, teniendo en cuenta lo que le esperaba ). Se enfrenta al colombiano Julio César Mallarino que se presentaba con una victoria y un combate nulo en dos combates disputados, al cual Poli gana por K.O.  A la postre sería el último combate del púgil colombiano. El otro envite fue ante un puertorriqueño que contaba con un combate en el cual cosechó una derrota. Este boxeador, Héctor Sánchez tampoco volvería a boxear tras cosechar segunda derrota en su segundo combate. 



No fue fácil convencer a Pernell Whitaker para que pusiera en juego los cinturones que le acreditaban como Campeón del Mundo unificado. El combate se disputaría en Norfolk (Virginia), ciudad natal del gran Campeón estadounidense. El veintisiete de julio de mil novecientos noventa y uno, ante sus paisanos Sweet Pea,  "El Guisante dulce" recibe a un Potro desbocado.

Hacía muchísimos años que un boxeador español no centraba la atención de la televisión, radio, prensa escrita de información general y también deportiva. La expectación era máxima. 

Poli Díaz estaba teniendo problemas para dar el peso, lo cual le obligó en días previos al combate, hacer sesiones de sauna y llevar una estricta alimentación a base de verduras. Esta circunstancia provocó como es lógico que Poli no llegara al Ring al cien por cien. 

El de Vallecas, no era él, se movía al rededor del Ring queriendo boxear a un púgil muy superior a él técnicamente. Pernell Whitaker no dio lugar a que Poli Díaz pudiera ponerle en apuros ni un solo instante. Un valiente Poli Díaz finalizó la contienda poniendo en apuros a Pernell, a pesar de tener una muñeca y dos costillas fracturadas. Perdió, pero dignamente, ante nada más y nada menos que Pernell Whitaker. 

De haber continuado viviendo como un boxeador, estoy convencido de que habría logrado proclamarse Campeón Mundial. 

Policarpo Díaz Arévalo, no supo encajar esa derrota, ni esa fortuna que amasó y que se esfumó, de la misma manera que se esfumaron los "amigos" cuando ya no había dinero, y se apagaron los focos. 

Policarpo Díaz Arévalo: Boxeador.

Policarpo Díaz Arévalo: Campeón.