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viernes, 16 de febrero de 2018

EL POTRO DE VALLCAS (primera parte)

En un barrio humilde del Puente de Vallecas, Palomeras, nacería un veintiuno de noviembre de mil novecientos sesenta y siete, Policarpo Díaz Arévalo. 

A la temprana edad de catorce años entró en un gimnasio de Vallecas donde se encontraba entrenado el Lince de Montevideo, Alfredo Evangelista. Posteriormente, entrenaría bajo las órdenes de Ricardo Sánchez Atocha. 

Como boxeador aficionado, se proclamó medalla de oro en los Campeonatos de España en mil novecientos ochenta y cinco, en la categoría de peso pluma. Y un año después con tan solo dieciocho años de edad debutaría en el campo profesional. 

El quince de marzo de mil novecientos ochenta y seis, debutó en Madrid ante Miguel Ángel Rodríguez de Pedro. Logrando una victoria por puntos en combate pactado a cuatro asaltos. Ésta sería la primera de las seis victorias (tres a los puntos y otras tantas antes del límite), que le llevarían a disputar el Campeonato de España ante José Antonio Hernando el cinco de julio de ese mismo año. 

José Antonio Hernando (Diploma Olímpico en Los Ángeles 84), ponía en juego por segunda vez el Campeonato de España que arrebató al gallego Carlos Miguel Rodríguez en Vigo. La primera defensa que realizó fue combate de revancha, volviendo a vencer  Hernando ante Rodríguez esta vez en Madrid. Ambas contiendas las ganaría José Antonio Hernando por puntos, y se presentaba por tanto, con veintitrés años como monarca español, con un récord de diez victorías, una derrota y dos "match" nulos. Por los dieciocho años y seis victorias en seis combates del aspirante Poli Díaz, conocido ya en los mentideros pugilísticos como El Potro de Vallecas. 

En la localidad natal de José Antonio Hermando, Burgos, Poli Díaz lograría proclamarse por primera vez Campeón de España al vencer por puntos a Hernando ante su parroquia. 

El Potro comenzaba a desbocarse, ya que tuvo tiempo para vencer ese mismo mes de julio, concretamente el veintinueve de julio a Carlos Miguel Rodríguez, el veintitrés de agosto volvería a boxear esta vez realizando su primera defensa del Campeonato de España ante Ángel Rodríguez Fernández, al cual vencería por la vía del cloroformo en el cuarto asalto ante la entendida afición almeriense. El doce de septiembre volvería a poner su Título en juego, esta vez ante José Manuel Guervos, Campeonato de España celebrado en la Ciudad Autónoma de Melilla, donde el Potro de Vallecas haría las delicias del respetable, venciendo a su rival en el quinto asalto. 

Finalizaría el año ochenta y  seis, venciendo en el segundo round a Emilio Molero, y exponiendo el cinturón de Campeón de España ante Rafael Sánchez Muñoz, al cual vence también antes del límite en el sexto episodio. 


Poli Díaz, disputó el año de su debut, un total de doce combates, lograría proclamarse Campeón de España y defender con éxito su entorchado nacional en tres ocasiones con diecinueve años recién cumplidos. El entusiasmo y la ilusión que se respiraba en el entorno de Poli Díaz, sin lugar a dudas, estaban más que justificadas por las expectativas que el Potro, a base de rotundas victorias había creado en el panorama pugilístico español, qué junto a Alfonso Redondo y Alfredo Evangelista, el Lince de Montevideo en la fase final de su carrera, hacían soñar a los más nostálgicos con que los gimnasios se volvieran a llenar, y el Boxeo español volviera nuevamente a resurgir cual Ave Fénix, de la profunda crisis en la que estaba sumergido desde finales de los años setenta, fruto de las duras críticas y veto, que parte de la sociedad influyente española  de la época, le hizo al Noble Arte. Consiguiendo qué un deporte de masas con hasta siete Campeonatos del Mundo y cincuenta y nueve Campeonatos de Europa conquistados en la década de los setenta, se convirtiera en poco espacio de tiempo en un deporte minoritario y marginado. 


El Boxeo que desarrollaba el Potro, podría gustar más o podría gustar menos, pero algo estaba claro. Poli Díaz daba espectáculo, ganaba combates, y tenía ese carisma necesario para llenar recintos y colgar el cartel de "NO HAY BILLETES". 

De la mano de Elio Guzmán y Ricardo Sánchez Atocha, el Potro de Vallecas se convirtió por su juventud y meteórica carrera, en la esperanza del Boxeo español, como lo sería Faustino Reyes  para el Boxeo Olímpico español, logrando proclamarse Sub Campeón Olímpico en las Olimpiadas de Barcelona 92. 

El Potro comenzará mil novecientos ochenta y siete como el año anterior, haciendo su primer combate en el mes de marzo pero esta vez el día siete, ocho días antes de cumplir su primer año como boxeador profesional, haría su cuarta defensa del Campeonato de España ante Salvador del Pino, boxeador canario que se presentaba con tan solo una derrota en nueve combates, derrota que cosechó tras la disputa del Campeonato de España del peso pluma ante Luis de la Sagra. 

El monarca español dio buena cuenta del canario, venciendo por la vía rápida en el tercer asalto al bueno de Salvador ante su público en Madrid. Tras esta defensa volvería poner el Campeonato de España en juego, en combate de revancha ante José Antonio Hernando en la localidad madrileña de Collado Villalba. Por sí en el primer combate cuando Poli le arrebató el cinturón de Campeón de España pudo quedar alguna duda, en ésta ocasión venció por K.O. en el noveno asalto. Hernando venía de perder por puntos en Dinamarca, en su única oportunidad de conquistar el Campeonato de Europa ante el que sería también "víctima" del Potro de Vallecas, el peligroso Gert Bo Jacobsen.

Tras cuatro victorias más ante "jornaleros del ring", volvería a poner en juego el Campeonato de España, en Palencia y por última vez. En esta ocasión el aspirante sería Jose María Ibañez Arenas, el cual caería en el tercer asalto ante su público y el palenciano no pudo continuar la contienda. 

Policarpo Díaz Arévalo se había convertido en un fenómeno no solo en el mundo del pugilato, sino también en un fenómeno social. A finales de año, Enrique Sarasola se convertiría en su promotor y junto a su inseparable Ricardo Sánchez Atocha, el Potro ansiaba cabalgar y reinar en todo el continente. 

Tras su victoria en Palencia ante Ibañez, logró también por la vía del cloroformo imponerse a los franceses Roland LeClercq en el segundo asalto y Madjid Madhjoub en el tercero, pero antes de noquear a Madjid, también dio buena cuenta del alemán Konrad Mittermeier al cual derrotó también en el segundo asalto. Lo cual hacía un récord de veintidós combates, con veintidós victorias, catorce por K.O. y ocho por puntos. 

Gert Bo Jacobsen, tras su victoriosa defensa del cetro europeo ante el italiano Claudio Nitti, renuncia al Campeonato de Europa para disputar el Campeonato Mundial de la Federación Internacional de Boxeo (IBF), por lo que la EBU nombra como aspirantes al Título continental a Luca de Lorenzi y a nuestro Campeón el Potro de Vallecas, Poli Díaz. 

El combate se celebraría en Italia, en la localidad de Chiavari, localidad de Luca. El Campeón italiano se presentaba con un récord de veinticuatro combates, con tan solo una derrota en su segundo combate por descalificación. En sus veintitrés victorias dieciocho de ellas fueron antes del límite (diecisiete K.O. y una por descalificación del rival). Boxeador técnico con una derecha más precisa  que poderosa, que también, competía ante sus paisanos en su localidad natal. Todo estaba en favor del italiano para que se coronara como monarca europeo. 

En un abarrotado recinto, los "tifosi" de Lorenzi no dejaban de jalear en todo momento a su Campeón, como no podría ser de otra manera. Poli Díaz, lejos de amilanarse por el ambiente, estaba muy concentrado y no le influyó para nada el ambiente hostil, sino todo lo contrario. Una pequeña "colonia" española se hacia notar el grito de ¡Poli, Poli!, pero que rápidamente era silenciada por los tifosi. 

Nada más comenzar el combate, el Potro recibe a Luca con un crochet largo de izquierda como carta de presentación. El italiano estudiaba a un Poli Díaz que salió presionando desde el primer momento, como esperando el fallo del español para golpear a la contra. Ya en el segundo asalto Luca de Lorenzi no logra solventar el ataque del Potro e inca la rodilla en la lona por primera vez, recibiendo la correspondiente cuenta de protección por parte del  árbitro Sr. DuCrocq. 

Luca de Lorenzi, logra reponerse, y continuar el combate. Poli Díaz cual potro desbocado se va en ataque frontal hacía el italiano para tratar de poner fin a la contienda en ese mismo asalto. Sin embargo, el italiano dio muestras de su gran preparación y pundonor, ya que a pesar de haber caído y posteriormente encajar golpes de poder del Potro, esté comenzó a contra restar los ataques del español y el final del asalto, aunque fue claramente para Poli, fue aguerrido e igualado. Luca no iba a cesar fácilmente en su empeño de proclamarse Campeón de Europa ante su gente. 

El tercer asalto fue muy duro para ambos púgiles, Luca consciente de que iba por detrás del Potro en las cartulinas, salió al ataque y logró llegar con claridad al rostro de Poli, sin embargo, golpe a golpe Poli Díaz los devolvía todos y el K.O. flotaba en el ambiente. En cualquier momento cualquiera de los dos podría ir a la lona. 

El Palazzo degli Sport de Chiavari era un hervidero de gente gritando: ¡¡¡Luca, Luca, Luca!!!. Poli respondía también al público levantando ambos brazos y se crecía. También los levantaba cuando Luca de Lorenzi llegaba con una buena mano para demostrarle que no le había afectado lo más mínimo y así, tratar de minar  la moral de su rival. 

En la esquina transalpina Rocco Agostino comenzaba a ver con preocupación como se iba desarrollando el combate. A base de empuje y basculando el tronco además de con su juego de cuello, Poli logra entrar en la media y corta distancia Poli Díaz conectaba sus golpes y salía, conectaba y salía, desconcertando al italiano y a su esquina mientras le cortaba el aire con golpes al cuerpo y finalizando las series con golpes a la cabeza. 

Lorenzi, habiendo conocido sobradamente la pegada del Potro, comenzó a buscar sus golpes de poder desde la larga distancia, logrando impactar en el rostro de Poli, el cual se movía al rededor de las cuerdas tratando de encontrar el camino que le llevara a la corta distancia, lo cual le impedía Luca de Lorenci. 

Llegado el cuarto asalto, Poli continua por el cuadrilátero corriendo alrededor de las cuerdas y el italiano llevando la iniciativa del combate. En la mente de toda España; si Poli tendría suficiente gasolina para llegar en óptimas condiciones al duodécimo asalto, o sí incluso podría quedarse en el camino a partir del sexto. En los tres combates disputados ese año había realizado un total de siete asaltos, era una incógnita que pasaría en un combate de esta exigencia sí se fuera más allá del sexto asalto, más teniendo en cuenta el alto ritmo del combate y el esfuerzo físico que ambos púgiles estaban realizando. 

Al inicio del quinto asalto, Poli Díaz transmite calma, tranquilidad, concentración. Sigue llegando en corto a su rival a la contra para luego marcharse, mientras deja que Lorenzi le persiga por el ring. Tras un intercambio de golpes, Poli logra conectar un crochet con su mano derecha que lleva nuevamente al italiano a lona, este se levanta y recibe la cuenta de protección. El árbitro tras considerar que puede seguir la contienda después de la cuenta de ocho segundos, inicia nuevamente el asalto. Poli, a diferencia de la primera caída del adversario en el segundo asalto, no se desboca, continua lanzando el directo de izquierda al rostro del italiano hasta poder lanzar su serie de mínimo tres golpes alternando al rostro y al cuerpo. El italiano continuando con la misma tónica, sigue persiguiendo por el ring al Potro y éste en el momento preciso, lanza un crochet largo de derecha que impacta en la sien del italiano para luego lanzar un gancho de izquierda al cuerpo, y finalizar cruzando con un crochet de derecha a la cabeza, que llevaría a la lona nueva y definitivamente al italiano Luca de Lorenzi. El Potro de Vallecas, Policarpo Díaz Arévalo se convertiría así en Campeón de Europa. 
Aquel treinta de noviembre de mil novecientos ochenta y ocho, la afición boxística española, y la no afición también, estuvimos pegados a la televisión, ya que después de muchos años se volvía a retransmitir Boxeo en la TVE, en La1, y nada más y nada menos que para ver a nuestro compatriota proclamarse monarca europeo en casa de su rival, de su grandísimo rival Luca de Lorenzi. 
Con los comentarios de Don Lorenzo Sánchez Villar y la retransmisión de la cadena pública gracias a que Pilar Miró (en Gloria esté), volvió a permitir las retransmisiones de Veladas de Boxeo, fuimos testigos de una noche mágica que pasará a los anales de la Historia del Deporte español. Con veintidós años recien cumplidos Policarpo Díaz Arévalo se proclamó Campeón de Europa en Italia siendo la primera vez que compitiera lejos de su patria, algo que hay que resaltar y poner en valor.

El Potro de Vallecas, Poli Díaz se corona  Rey de Europa. 


El 23 de febrero de mil novecientos ochenta y nueve, realizaría nuestro Campeón su primera defensa de su cetro continental ante el Campeón de Francia, Alain Simoes, en Madrid. Por aquel entonces el Potro de Vallecas ya era un consolidado fenómeno social, y a las Veladas en las que él competían asistían aristócratas, intelectuales, políticos, empresarios y aquello le convirtió con el tiempo en el boxeador de la "jet set". El Potro consiguió que le Boxeo volviera a estar de moda en España. 

La primera defensa la resolvió por puntos, decisión unánime en su favor. Aquel resultado, fue muy positivo ya que sacó de dudas a los fans, que pudieron comprobar que el Potro también podría resolver de manera victoriosa sus pleitos llegando al duodécimo round. La victoria fue una gran fiesta para el Boxeo español, Enrique Sarasola lograba reunir al público más "VIP" de la sociedad española y el resto seguíamos en masa la trayectoria de nuestro nuevo ídolo. 

Gert Bo Jacobsen no logró proclamarse Campeón del Mundo, fue derrotado ante el estadounidense Greg Haugen noqueándolo en el décimo asalto. Greg era un buen campeón, si bien es cierto que perdió ante Vinny Pacienza, también lo es que venció a Hector Macho Camacho. Jacobsen había perdido sí, pero ante un boxeador de clase mundial, ante un Campeón del Mundo. Así que tras su derrota no tuvo otra opción que volver a intentar conquistar el Campeonato de Europa esta vez ante el boxeador que antes había rehuido, y al que no quería ver ni en pintura, que no era otro que el Potro de Vallecas. 

Ocho meses después de su derrota ante Greg Haugen, el danés Jacobsen arriba a Madrid. Con veintiséis victorias en su haber y tan solo la derrota cosechada en la disputa por el Campeonato del Mundo, habiendo logrado diecisietes de sus veintiséis victorias por la vía rápida, éste se presentaba como el combate más duro que el Potro afrontaría hasta la fecha. 



En una histórica noche, en el Palacio de los Deportes de Madrid, abarrotado hasta la bandera, Poli Díaz  realizaría la segunda defensa de su corona europea. 

Tras el protocolo y que sonaran los himnos de Dinamarca y España dan comienzo las hostilidades. El Potro tiende su brazo izquierdo abajo como saludo deportivo al cual corresponde el danés. Poli comienza el combate dominando el centro del cuadrilátero y lanzando su izquierda recta, conectando y conectando el uno dos a pesar de que su rival tiene una mayor envergadura, mientras el Jacobsen trata de mantenerlo a distancia lanzado también su directo de izquierda mientras baila al rededor del ring. 

Mientras Jacobsen está sentado en su rincón siendo atendido por su equipo, el equipo del Potro hace lo propio pero éste permanece de pie en su rincón sin dejar de observar fijamente a su adversario. 

En el segundo asalto el danés trata de conseguir el centro del ring sin mucho éxito, ya que Poli lo achica perfectamente y vuelve a llevar a su rival a correr por las cuerdas para no ser alcanzado por las "coces" del Potro. Con mucha precaución el Potro, conocedor de la pegada de su rival, trata de meterse en la media y corta distancia mientras Jacobsen sigue lanzando el directo de izquierda. 

Pronto el Potro, logrará lanzar un buen crochet de izquierda al cuerpo para después lanzar un golpe recto de derecha al rostro de Jacobsen el cual dio muestras del acuse de recibo. El segundo asalto también fue para Poli ya que conectaba la mayoría de sus golpes, llevaba la iniciativa del combate, y además bloqueaba con su mano derecha la mayoría de directos que lanzaba el danés. 

Ya en el tercer asalto, un ataque de Poli Díaz en el que le lanza primero un crochet largo de izquierda, luego un uno dos, y posteriormente se lanza a por él, con golpes curvos en la media distancia, el danés simula haber recibido un cabezazo del Potro, el Sr. colegiado le invita a seguir compitiendo y éste logra de esa manera antideportiva ganar unos segundos muy importantes ya que había acusado los ataques del Potro y recibió el abucheo del respetable. 

Al comienzo del cuarto asalto Jacobsen procura seguir puntuando con los directos de izquierda y mantener al Potro a la larga distancia, Jacobsen estaba por poco margen por encima en las cartulinas ya que conectaba más golpes con la izquierda pero los del Potro eran más contundentes. El quinto asalto sería en la misma tónica. 

En el ecuador del combate, el público que abarrotaba el Palacio de los Deportes de Madrid comenzó a corear el nombre de nuestro Campeón. El Potro  parecía que estaba esperando su momento, que buscaba el K.O. Cuando el danés comenzaba a crecerse y tomar la iniciativa con su directo de izquierda por delante, Poli Díaz conectó una contra de derecha a la mandíbula de su rival, tras sacar  nuevamente el danés la izquierda recta. La contra del Potro le mandó a la lona. El árbitro comenzó la cuenta y el danés se levantó bastante dañado, consciente de ello él mismo, se dirigió a su rincón y el árbitro dio por finiquitado el combate. 

De ésta forma, Poli Díaz seguía reinando en Europa. Gert Bo Jacobsen en su tercer intento, lograría coronarse Campeón del Mundo de la Organización Mundial de Boxeo en la categoría del peso welter ante el estadounidense Manning Galloway, sin embargo nunca quiso volver a enfrentarse al Potro de Vallecas. 

Madrid y España entera festejarían a lo grande aquella victoria. El Potro se sentía imparable, y tras él comenzaban a empujar fuerte un Lince de Parla y un Cazador de Córdoba entre otros. 

El Boxeo español salía de la UCI y se comenzaba a recuperar en observación. 



Policarpo Díaz Arévalo: Boxeador.

Policarpo Díaz Arévalo: Campeón.